lunes, 25 de febrero de 2013

Masajes para bebés

El masaje dado desde el primer día del nacimiento estimula y favorece el desarrollo del bebé. Es una de las mejores formas de calmarlo, de reforzar el vínculo afectivo y de comunicarnos con él a través de la piel.

Lo ideal es realizarlo cuando esté relajado, por ejemplo después del baño. Evitando momentos en los que pueda tener sueño o hambre. Para ello es necesario un lugar cálido, tranquilo y alejado del ruido.

Se puede comenzar moviendo las articulaciones de los tobillos, de las rodillas y de los brazos, siempre de manera muy suave y en sentido de las manecillas del reloj.



Algunos consejos:

-    Puedes emplear un aceite vegetal por ejemplo, de almendras o la crema hidratante que utilizas      habitualmente para su piel. Siempre calentándolo con tus manos antes de comenzar
-    No se aconseja aromatizar el aceite con perfumes ya que pueden dañar su piel
-    No apliques nunca la fuerza. Recuerda que lo más importante es tocarlo con suavidad
-    No lo obligues para abrir sus manos o brazos si mantiene todavía sus extremidades dobladas
-    Dale el masaje con toda la palma de tu mano
-    Observa como reacciona tu bebé al masaje y así sabrás qué le agrada y qué no

Las piernas:
·    Pon un poco de aceite en tus manos y frótalas con energía para que entren en calor.
·    Sujeta con una mano su pie cuidando de no apretar la zona del talón que puede estar sensible por las pruebas metabólicas realizadas. Con la otra mano, y utilizando el pulgar y el índice, hazlos rodar alrededor de su pierna desde la parte alta hasta el tobillo. Repite varias veces sin ejercer demasiada presión.
·    Haz lo mismo con la otra pierna.


El abdomen y el pecho:
·    Calienta de nuevo un poco de aceite con tus manos. Utilizando los dedos índice y corazón, traza algunos círculos alrededor del ombligo y siempre hacia la derecha. Procura no manchar con aceite su ombligo.
·    Con los mismos dedos, haz un suave masaje desde los hombros hasta las caderas. Si notas que tu hijo rechaza estos movimientos deja de dárselos. El pecho puede ser una zona extremadamente sensible para los recién nacidos.

Los brazos:
·    Destapando un solo brazo, sujeta su mano. Con los dedos pulgar e índice de tu otra mano en torno a su   brazo, desciende desde su hombro hasta la muñeca realizando suaves movimientos circulares de vaivén.
·    Repite lo mismo con su otro bracito.

La cara:
·    Realiza este masaje sin aceite.
·    Usando dos dedos, realiza un toque suave desde la frente hasta la barbilla pasando por la mejilla. Mientras das este masaje en un lado de su carita, sujeta su otro lado con tu otra mano.
·    Masajea ahora el otro lado.
·    Con tu dedo índice, pasa con suavidad desde la nariz hasta la oreja pasando debajo de su ojo. Procede con mucha suavidad.
·    Repite en el otro lado.

La cabeza:
·    Sujeta su cabeza con una mano. Con dos dedos de la otra mano, traza unos suaves círculos cuidando de no apretar las fontanelas.

La espalda:
·    Coloca al bebé boca abajo, descubre su espalda y pon tus manos sobre ella.
·    Deslízalas suavemente desde los hombros hasta las nalgas.
·    Con los dedos pulgar e índice de las dos manos, realiza suaves círculos a la vez que desciendes
·    Aprovechando esta posición dale un suave masaje desde la cadera hasta el tobillo haciendo movimientos circulares con tus dedos pulgar e índice alrededor de su pierna.
·    Repite con la otra

A continuación os muestro un video que me ha gustado mucho realizado por una fisioterapeuta para que observeis que hay muchas maneras de realizar los masajes. Siempre recordando que lo más importante es hacerlo con mucho cariño y cuidado.




Alba Martínez

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