domingo, 31 de marzo de 2013

Masaje Perineal Prenatal

      
      Comento hoy uno de los últimos estudios acerca del masaje perineal prenatal. Escrito por Joaquina Bejarano Borrega y publicado en la revista "Reduca. Serie Matronas" el pasado año 2012.
        Me ha parecido interesante porque propone una técnica más sencilla y corta,  aplicada con aceite de rosa de mosqueta, pretendiendo así, al disminuir la complicación de la técnica, que la adherencia al procedimiento por parte de la gestante y su pareja sea mayor.
        Para empezar me gustaría poneros en contexto detallando una serie de conceptos relacionados con el tema. El trauma perineal es definido como cualquier daño que sucede en los genitales durante el parto, ya sea de manera espontánea en forma de desgarro o debido a una incisión quirúrgica o episiotomía. Afecta al bienestar físico, psicológico y social de las mujeres en el postparto inmediato, estando asociado a morbilidad materna a corto y largo plazo. El desgarro perineal constituye la lesión más frecuente ocasionada por el parto, comprometiendo la vagina, vulva y periné en grado y extensión variable. La episiotomía es la incisión en el sector que va desde la vulva al ano, en la zona llamada periné: piel y músculos que se sitúan entre la vagina y el recto. Se realiza para aumentar el tamaño de la obertura vaginal en el periodo expulsivo del parto, en los casos en que ésta parezca insuficiente. Se efectúa con la tijera poco antes de la salida de la cabeza fetal.
         Los factores que pueden asociarse al traumatismo perineal son: la paridad, el tamaño del feto, las presentaciones anómalas fetales, las preferencias clínicas de quien asiste el parto, los partos instrumentales, la edad, las condiciones de los tejidos de la mujer (tono y elasticidad), el estado nutricional y la etnia; todos ellos no susceptibles de intervención por parte de la matrona.
        Disponemos, en cambio, de una serie de intervenciones en las que la matrona puede ejercer un papel importante:
  •  La postura que la mujer adopta durante el parto (cuclillas, sentada, en silla de parto, decúbito lateral).
  •  Ejercicios de Kegel, vascularización pélvica, baños de asiento, aplicación de compresas calientes durante la segunda etapa del trabajo de parto.
  •  Libertad de pujo.
  •  Las maniobras de protección activa del periné y deflexión controlada de la cabeza fetal durante el expulsivo.
  •  El ejercicio físico durante el embarazo.
  •  El masaje perineal prenatal.
       De todas estas intervenciones, el estudio se centra en una de ellas, el masaje perineal prenatal, pues puede aumentar la flexibilidad de los músculos perineales reduciendo la resistencia muscular, permitiendo que este tejido se expanda con una mayor facilidad durante el parto, evitando así que se produzcan desgarros y reduciendo la necesidad de episiotomía.
 
       A pesar de que existen numerosos ensayos clínicos y estudios observacionales bien diseñados que estudian la efectividad y seguridad del masaje perineal prenatal teniendo en cuenta las diferentes variables que pueden influir en el traumatismo perineal en el momento del parto, no se han encontrado diferencias estadísticamente significativas que justifiquen una práctica basada en la evidencia, pues no existe una unificación de criterios en cuanto a la edad gestacional de inicio del masaje perineal, frecuencia y tiempo de duración del masaje, tipo de aceite o lubricante a utilizar, descripción de la técnica y persona que realice el masaje perineal. La guía de práctica clínica sobre la Atención al parto normal del Ministerio de Sanidad y Política Social (2010) nos deja claro que no se recomienda el masaje perineal durante la segunda etapa del trabajo de parto, pero no nos apunta nada sobre el masaje perineal preparto.
        Este es un proyecto innovador porque se introducen las siguientes variaciones en cuanto a:
  •  Descripción de la técnica:
a) Introducir los dedos (índice o pulgar dependiendo de quién realice la técnica) lubricados en aceite de rosa de mosqueta en la vagina unos 5 cm y realizar presión hacia abajo en la cara posterior de la vagina hasta sentir una leve sensación de quemazón o escozor.
b) Realizar un movimiento simulando el trayecto de las agujas del reloj hasta las 3h y mantener la presión unos segundos, realizar lo mismo sobre 9h, es decir en la cara lateral contraria de la vagina y mantener dicha presión unos segundos.
c) Coger la entrada de la vagina entre el pulgar y el resto de los dedos a modo de pinza y estirar este tejido y la piel del periné durante 2 minutos.
  •  Frecuencia del masaje: se propone 3 veces por semana y no diaria como la propuesta de la revista el mundo de la maternidad (hasta ahora la más utilizada), con la intención de aumentar la adherencia al procedimiento.
  •  Tiempo del masaje: 3-4 minutos y no 5 ó 10 minutos, asegurándonos el cumplimiento por parte de la gestante o su pareja.
  •  Inicio del masaje perineal: a partir de la 34 semana de gestación para asegurarnos como mínimo tres semanas de cumplimiento del masaje en aquellas gestantes que den a luz en la semana 37.
  •  Tipo de aceite a utilizar: aceite de rosa de mosqueta y no aceite dulce de almendras ó lubricantes hidrosolubles. El aceite de rosa de mosqueta se ha elegido por ser considerado uno de los aceites más hidratantes que se conocen, en su composición destaca un alto porcentaje de ácidos grasos insaturados (linoleico en un 44-49% y linolénico en un 28-34%) que en el organismo actúan como precursores de las prostaglandinas, las cuales, entre otras funciones, intervienen en la regeneración celular de membranas, mecanismos de defensa y procesos fisiológicos y bioquímicos de regeneración de tejidos. Cabe resaltar que no se conoce toxicidad del aceite de rosa mosqueta y a diferencia de otros aceites vegetales su ph promedio es de 5.1, lo cual lo hace totalmentecompatible y apto para utilizarlo en el masaje perineal.
        Los beneficios que reportaría la técnica del masaje perineal a la mujer gestante, profesionales e Institución serían:
  •  Disminuir la incidencia de desgarros de primer y segundo grado.
  •  Disminuir la incidencia de episiotomías y partos instrumentales.
  •  Disminuir costes en material de sutura, estancia hospitalaria y gasto farmacéutico.
  •  Aumentar el nivel de satisfacción de las gestantes, sus parejas y de los profesionales que los atienden.
  •  Aumentar la eficiencia.
  •  Elaborar una hoja de instrucciones sobre la técnica del masaje perineal prenatal para que se incluya en el programa de Educación Maternal y pueda difundirse en Atención Primaria y Especializada.
  •  Además obtendríamos una serie de beneficios indirectos:
  •  Permitir explorar y conocer a la mujer y a su pareja su anatomía disminuyendo temores.
  •  Reducir el dolor perineal en los primeros días postparto pues aquellas mujeres que acaben su parto con el periné íntegro informarán de menos dolor perineal, menos tiempo a la hora de reanudar las relaciones sexuales, ausencia de dispareunia, perfecta continencia urinaria y fecal y mayor nivel de satisfacción en cuanto a los resultados obtenidos.
  •  Disminuir el número de visitas a la matrona de atención primaria y a la urgencia obstétrica hospitalaria por complicaciones de la sutura del trauma perineal.

       Me ha gustado este proyecto porque simplifica la técnica con objeto de una mayor adherencia y recomienda un aceite determinado con razonamiento científico. La propuesta de este estudio se ha materializado en un ensayo clínico con una muestra de 130 gestantes, cuyos resultados preliminares han sido positivos pero que todavía no han sido publicados. De todos modos, si tenéis interés en obtener más datos acerca del estudio o deseáis conocer algún detalle acerca de sus resultados, podéis contactar con la autora a través de su e-mail: quinibejaranob@hotmail.com 



Cris Valiño

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