Las autoridades irlandesas investigan la muerte por septicemia de una
mujer en un hospital donde los médicos se negaron a
practicarle un aborto pese a que el feto no tenía ninguna posibilidad de sobrevivir, según
han confirmado fuentes oficiales. Irlanda tiene una de las leyes del aborto más restrictivas de la Unión Europea (UE), que ha sido duramente criticada por los tribunales comunitarios.
El aborto es ilegal en Irlanda menos cuando la vida de la madre corre peligro, excepción que, no obstante, nunca ha sido refrendada por los legisladores e incluida en la Constitución, por lo que queda expuesta a la interpretación. Según declaró a los medios irlandeses el marido de Savita Halappanavar, de 31 años y embarazada de 17 semanas, la paciente pidió en repetidas ocasiones a los médicos del Hospital Universitario de Galway (oeste de Irlanda) que terminasen su embarazo porque sufría fuertes dolores.
De acuerdo con el testimonio de Praveen Halappanavar, los doctores se negaron a practicar un aborto porque dijeron que el feto estaba vivo y, ante la insistencia de la enferma, llegaron a recordar a la pareja que Irlanda "es un país católico".
El Ministerio indio de Exteriores ha emitido una nota en la que manifiesta que siente "profundamente la muerte de doña Halappanavar. La muerte de una ciudadana india en esas circunstancias es un asunto preocupante. Nuestra embajada en Dublín está estudiando el asunto".
En Irlanda, únicamente está permitida la interrupción del embarazo si está en riesgo la vida de la madre. En este caso, el marido de Savita ha declarado a la BBC que los problemas comenzaron un domingo; aunque los médicos no iniciaron el tratamiento con antibióticos para frenar la infección hasta el martes; sólo un día después, la mujer falleció. El hospital también ha abierto una investigación para determinar porqué no se actuó antes.
El pasado abril, el Parlamento irlandés (Dáil) rechazó un proyecto de ley sobre la reforma del aborto encaminada a corregir una anomalía histórica, ya que la legislación vigente no contempla una resolución judicial de 1992 que permite la interrupción del embarazo en ciertas circunstancias.
Desde entonces, ninguno de los seis gobiernos sucesivos en Irlanda ha incorporado aquella sentencia a la legislación, a pesar de que también se han celebrado dos consultas populares sobre este asunto en los últimos 20 años. La Gran Sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo condenó hace dos años a Irlanda a indemnizar con 15.000 euros a una mujer a la que no se permitió abortar en este país a pesar de que su vida corría peligro.
Como relata la BBC, un grupo de 14 expertos trabaja desde el pasado mes de enero para elaborar una serie de recomendaciones basada en la condena del Tribunal de Estrasburgo en 2010. Un portavoz del Gobierno irlandés ha señalado que el ministro de Sanidad, James Reilly, recibirá sus conclusiones "pronto".
Alba Martínez
El aborto es ilegal en Irlanda menos cuando la vida de la madre corre peligro, excepción que, no obstante, nunca ha sido refrendada por los legisladores e incluida en la Constitución, por lo que queda expuesta a la interpretación. Según declaró a los medios irlandeses el marido de Savita Halappanavar, de 31 años y embarazada de 17 semanas, la paciente pidió en repetidas ocasiones a los médicos del Hospital Universitario de Galway (oeste de Irlanda) que terminasen su embarazo porque sufría fuertes dolores.
De acuerdo con el testimonio de Praveen Halappanavar, los doctores se negaron a practicar un aborto porque dijeron que el feto estaba vivo y, ante la insistencia de la enferma, llegaron a recordar a la pareja que Irlanda "es un país católico".
El Ministerio indio de Exteriores ha emitido una nota en la que manifiesta que siente "profundamente la muerte de doña Halappanavar. La muerte de una ciudadana india en esas circunstancias es un asunto preocupante. Nuestra embajada en Dublín está estudiando el asunto".
Protestas en el Parlamento
La mujer, originaria de la India, falleció el pasado 28 de octubre debido a una septicemia. El aborto le fue realizado tras cuatro días de agonía una vez el corazón del bebé dejó de latir.Alrededor de 2.000 personas se concentraron a las puertas del parlamento irlandés en Dublín para protestar por la muerte de Savita y reclamar un cambio en la actual ley del aborto.En Irlanda, únicamente está permitida la interrupción del embarazo si está en riesgo la vida de la madre. En este caso, el marido de Savita ha declarado a la BBC que los problemas comenzaron un domingo; aunque los médicos no iniciaron el tratamiento con antibióticos para frenar la infección hasta el martes; sólo un día después, la mujer falleció. El hospital también ha abierto una investigación para determinar porqué no se actuó antes.
El pasado abril, el Parlamento irlandés (Dáil) rechazó un proyecto de ley sobre la reforma del aborto encaminada a corregir una anomalía histórica, ya que la legislación vigente no contempla una resolución judicial de 1992 que permite la interrupción del embarazo en ciertas circunstancias.
Desde entonces, ninguno de los seis gobiernos sucesivos en Irlanda ha incorporado aquella sentencia a la legislación, a pesar de que también se han celebrado dos consultas populares sobre este asunto en los últimos 20 años. La Gran Sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo condenó hace dos años a Irlanda a indemnizar con 15.000 euros a una mujer a la que no se permitió abortar en este país a pesar de que su vida corría peligro.
Como relata la BBC, un grupo de 14 expertos trabaja desde el pasado mes de enero para elaborar una serie de recomendaciones basada en la condena del Tribunal de Estrasburgo en 2010. Un portavoz del Gobierno irlandés ha señalado que el ministro de Sanidad, James Reilly, recibirá sus conclusiones "pronto".
Alba Martínez
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